Biodog

Llega el otoño y con él, además de los cambios de rutina, disminuyen las horas de sol y empieza a asomar el frío. ¿Sabes cómo afectan estos cambios a tu mascota? Nosotros te lo contamos y te damos algunos consejos para hacerlo más llevadero.

Con el cambio de estación, nuestros perros también se alteran, tanto física como anímicamente, veamos cuáles son las principales señales que nos encontraremos en otoño y cómo actuar en cada caso:

Muda de pelo en los perros

La muda del pelo es una situación habitual antes de la llegada del frío en gran parte de los mamíferos salvajes, y que también afecta a nuestros amigos como consecuencia de su origen salvaje. Aunque en muchas razas la muda suele ser continua y dura casi todo el año, en esta época de cambio de estación se acentúa y por lo tanto habrá que aumentar los cuidados habituales, como:

• cepillar diariamente el pelo, eso evitará que se rasquen en exceso, y evitará heridas o sarpullidos
• utilizar productos de limpieza que ayuden a mantener el manto sano y fuerte
• revisar su alimentación, asegurándonos que hay un aporte suficiente de vitaminas y proteínas que favorezcan la renovación del pelo y su crecimiento. En este sentido, la alimentación BARF que defendemos en BIODOG, basada principalmente en carne de caballo, es una fuente nutritiva de máxima calidad y que garantiza el aporte diario de nutrientes que esta etapa necesita.

La bajada de defensas y el riego de leishmanía

El frío, al igual que ocurre con los humanos, baja las defensas de nuestros perros, exponiéndolos a todo tipo de virus, bacterias e incluso parásitos. Y entre los riesgos que más debemos controlar, está la leishmaniosis. Por ello, si ves que las defensas de tu perro están bajas, tiene poca energía o sufre inapetencia, deberás consultar a tu veterinario para que valore la necesidad de realizar un test a tu perro del parásito leishmanía y, en caso afirmativo, poner en marcha las medidas de control que te indique.

Ten en cuenta que el cambio climático que vivimos, ha hecho que se alargue hasta finales de año la presencia de mosquitos tipo flebotomos, transmisores de la enfermedad, especialmente en zonas más secas como la cuenca mediterránea y el sur España. Por ello, es importante estar atento frente a cualquier síntoma o riesgo de leishmaniosis.

Mantén actividad diaria

En esta época, con el cambio de ritmo tras el verano, y la vuelta a la rutina, debemos tener cuidado con que nuestro perro no aumente de peso. Controla la cantidad de alimento que le das y mantén una rutina diaria de ejercicio que lo hagan mantenerse activo.

Mantén a raya a los parásitos

Aunque los parásitos como pulgas o garrapatas proliferan especialmente en verano, con el calor y la humedad, el otoño también es una época peligrosa, especialmente por la humedad. Por ello, es importante que mantengas la vigilancia del pelaje, patas y orejas, y sigas con los tratamientos antiparásitos que te recomiende tu veterinario.

Prevenir resfriados y dolor de huesos

Al igual que el otoño es una época de virus y gripes para nosotros, también los perros pueden sufrir resfriados y catarros por cambios bruscos de temperatura, estar mojados demasiado tiempo, etc. ¡Aprende a evitarlos, detectarlos y ,si tienen síntomas, a combatirlos prevenirlo con hidratación, alimentación equilibrada y el tratamiento que indique tu veterinario si ves que dura demasiado tiempo.

Los dolores asociados a artrosis y artritis suelen darse en las mascotas de mayor edad, para ello debemos hacer especial atención a su alimentación, como la carne de caballo de Biodog, evitando que aumente de peso, y un ejercicio moderado y frecuente., y además suministrarle los tratamientos con condroprotectores, antinflamatorios y analgésicos para eliminar la inflamación y el dolor, siempre bajo receta y supervisión de tu veterinario.