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Cómo controlar los ladridos de nuestro perro conociendo el motivo que los provoca, en este artículo.

Aprender a distinguir y controlar los ladridos de nuestro perro es parte de nuestra responsabilidad como dueño, ya que no sólo nos afectan a nosotros sino también a nuestros vecinos, con los que puede provocarnos malentendidos y problemas de convivencia.

Por ello, lo primero que recomendamos es aprender a diferenciar los tipos de ladridos, y qué los provoca. Veamos algunos de los motivos más frecuentes

Ladridos para llamar nuestra atención

Una necesidad biológica como tener hambre o sed puede provocar estos ladridos. Para evitarlos, asegurarnos de que siempre tenga agua en su bol y mantener un horario rutinario en sus comidas. Si los ladridos no cesan podemos educarlos para que atraigan nuestra atención de otra forma, como dar la pata, colocarse cerca del bol.

Quiere jugar con nosotros u otros perros

Especialmente los cachorros suelen ladrar para indicarnos que quieren jugar, y cuando son adultos, ladran al ver a otros perros, algo totalmente normal.

Si esos ladridos son excesivos, antes de empezar a jugar o de soltarlo para hacerlo con otros congéneres, podemos sentarlo y tranquilizarlo, y que espere hasta que deje de ladrar, para poder empezar a jugar.

Se queda solo en casa   

Este es uno de los principales problemas en las comunidades de vecinos. Al poco de salir de casa, el perro empieza a ladrar y puede estar horas en esa actitud. Este comportamiento puede deberse a la ansiedad por separación que sufren algunas mascotas.

Para evitarlo podemos hacer varias cosas, que tenga sus juguetes a mano, dejar alguna prenda de ropa que huela a algún miembro de la familia, una camiseta o similar, dejar puesto algún sonido humano como música o radio que lo tranquilice.

Al entrar en casa, dedicarle tiempo, juego y atención, y hacer algo de ejercicio, así se restablecerá el vínculo con su mascota de forma automática.

Si los ladridos no cesan, lo mejor es contar con un etólogo o un adiestrador profesional que nos aconseje qué técnicas emplear.

Señal de alerta

Una de las razones más habituales del ladrido es para avisar de algún ruido o persona no conocida. Esta es una labor que no debemos corregir, aunque si hacerle callar cuando ya hemos comprobado que está todo bien.

Ladridos de noche

En el caso de los cachorros, cuando llegan a una nueva casa, suelen sentirse desorientados, solos, y echan de menos a su familia, por eso lloran, gimen o ladran. En estos casos, una teoría es dejarlos hasta que se acostumbren en unos días, y otras hablan de atenderles y darles seguridad hasta que se tranquilicen y duerman. En cualquier caso, mantenerlos activos y cansarlos durante el día, ayudará a pasar noches tranquilas. 

Si el perro que ladra de noche es adulto, puede deberse a problemas de comportamiento, por estrés o frustración, por lo que debemos analizar qué ha pasado durante el día y qué no está funcionando bien. Es igualmente importante que se mantengan activos y les dediquemos tiempo todos los días, no alimentarlos a última hora, y no sobrealimentarlos, para que se duerman más fácilmente.

En resumen, la actividad física y dedicarles tiempo es fundamental, así como educarlos desde pequeños con buenos hábitos y rutinas acordes a su edad y raza.

Cualquier sistema de adiestramiento exige una metodología y una rutina que el perro pueda seguir y entender. Además, si se hacen de forma habitual, serán mucho más eficientes y calarán más rápido en su forma de actuar.

Si los ladridos persisten, consulta a tu veterinario que podrá darte consejos adicionales e incluso sugerir otras técnicas, o contacta con un adiestrador canino o un etólogo, especialista en comportamiento animal, que son los que más podrán ayudarte si el problema persiste.

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