Biodog

Los perros domésticos producen un mayor volumen de lágrimas cuando se reúnen con sus dueños que cuando se reúnen con conocidos, posiblemente debido al aumento de los niveles de oxitocina, hallazgos que podrían ser la primera evidencia de llanto emocional en animales no humanos.

Cuando una persona está abrumada por la emoción, sus sentimientos corren por sus mejillas. Incluso las emociones positivas pueden activar las obras hidráulicas, ya que las personas lloran cuando ganan premios, expresan amor por sus parejas o se reencuentran con un amigo perdido hace mucho tiempo.

Pero estas lágrimas impulsadas por los sentimientos pueden no ser una experiencia totalmente humana. Los perros también pueden llorar lágrimas de felicidad, según un estudio publicado en Current Biology . Aunque los ojos de los animales no se desbordan, se llenan de lágrimas cuando se reencuentran con sus dueños después de pasar incluso unas pocas horas separados, encontraron los investigadores. Y tienen el presentimiento de que se debe a un aumento repentino de la oxitocina, la llamada hormona del amor, llamada así por sus funciones predominantes en la vinculación social.

Reuniones llorosas

Hace unos años, el caniche de Takefumi Kikusui, Jasmine, acababa de convertirse en mamá. Mientras la perra amamantaba a sus cachorros, Kikusui, un investigador de comportamiento animal en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Azabu en Japón, notó algo inusual: «Tenía los ojos llorosos», recuerda en un correo electrónico a The Scientist . “Eso dio la idea de que la oxitocina podría aumentar las lágrimas. La oxitocina, como saben, es la hormona materna”, producida en altos niveles en las hembras de los mamíferos durante el parto y la lactancia.

El caniche estándar de Takefumi Kikusui, Jasmine, quien lo inspiró a investigar el papel potencial de la oxitocina en la producción de lágrimas.MADOKA NAKAMURA

El grupo de Kikusui y otros habían descubierto previamente que los perros domésticos muestran un aumento en los niveles de oxitocina cuando interactúan con sus dueños. Kikusui dice que él y su equipo plantearon la hipótesis de que reunirse con su dueño después de un período prolongado de separación sería un]evento emocional para los perros, marcado por la producción de lágrimas y un aumento subyacente de oxitocina.

Para probar la idea, los investigadores separaron a los cachorros de sus dueños durante varias horas antes de permitir que las parejas se reunieran. De cinco a siete minutos después de su reunión, los científicos realizaron una prueba de lágrimas de Schirmer en los perros para medir qué tan llorosos se habían vuelto sus ojos. Luego compararon los resultados con la producción de lágrimas que se produjo cuando los perros se separaron de manera similar y luego se reunieron con alguien que conocían pero que no era su dueño. Los ojos de los animales, de hecho, se llenaron de lágrimas al volver a conectarse con sus dueños, significativamente más que cuando se reunieron con su relación humana.

Para explorar si la oxitocina podría estar impulsando un aumento en la producción de lágrimas, Kikusui y sus colegas aplicaron una solución de la hormona en los ojos de los perros. Como se planteó como hipótesis, la aplicación de oxitocina aumentó significativamente el volumen de las lágrimas, mientras que la aplicación de una solución de control que contenía otro péptido elaborado con los mismos aminoácidos no lo hizo.

¿Tu perro te ama?

Vingerhoets dice que lo que más le impactó del artículo fue que Kikusui y sus colegas buscaron y encontraron las llamadas lágrimas de alegría. La mayor parte de la investigación sobre el desgarro emocional examina el llanto que acompaña a los sentimientos negativos, dice. Eso se debe en parte a que, incluso en las personas, las lágrimas asociadas con emociones positivas son misteriosas. Entonces, para que el equipo haya encontrado evidencia de lágrimas asociadas con una experiencia positiva, «esto lo hace especialmente notable para mí», dice.

La investigación de seguimiento podría analizar la producción de lágrimas en circunstancias menos felices, dice Vingerhoets. “Pérdida y separación, angustia por nostalgia, duelo. . . esas son las situaciones que consideramos como las más fuertes provocadoras de lágrimas”, señala. Será interesante ver si las experiencias negativas también van acompañadas de una mayor producción de lágrimas” en los perros.

Fuente: Dra. Christie Wilcox